Todos los centros universitarios catalanes tanto públicos como privados deberán habilitar a partir de ahora una red de “refugios” o “espacios azules” para lidiar contra las situaciones de acoso, discriminación y malestar emocional tanto de los alumnos como del resto de personal universitario. El Consell Interuniversitari de Catalunya ha aprobado este lunes el nuevo ‘Pla d’Inclusió i diversitat a les Universitats Catalanes’ (PIDUC), en el que todos los centros educativos establecen una hoja de ruta común para garantizar “la inclusión, el respeto a la diversidad, la igualdad de trato y la no discriminación” en sus aulas.
Según ha podido saber EL PERIÓDICO, una de las principales medidas que contempla este plan es la creación de “espacios azules”, unas “zonas de seguridad y confianza en las que las personas con malestar emocional pueden recuperar la calma” tras enfrentarse a una situación de acoso, discriminación o, en general, para cuidar de su bienestar mental y emocional.
La creación de estos “espacios azules” se inspira en la misma filosofía que en su día impulsó los ya conocidos “puntos lilas” contra la violencia de género
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La creación de estos “espacios azules” se inspira en la misma filosofía que en su día impulsó los ya conocidos “puntos lilas” que a día de hoy ya se encuentran en gran cantidad de instituciones y que, en caso de necesidad, sirven para denunciar casos de discriminación o violencia de género en un determinado ámbito. En este caso, tal y como recoge el ‘Pla d’Inclusió’, las universidades catalanas se comprometen a aplicar este mismo espíritu a la creación de una red de “espacios azules” para “detectar y atender casos de malestar emocional“, “acompañar y asesorar a las personas afectadas” y, si es necesario, “activar los protocolos de salud mental y derivar a los recursos correspondientes” como, por ejemplo, las oficinas de asesoramiento, soporte y orientación psicológica, los departamentos de igualdad o, en los casos más extremos, los protocolos contra la discriminación o acoso.
“La idea es que estos espacios azules se conviertan en un refugio tanto para los alumnos como para el resto del personal universitario”
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“La idea es que estos espacios azules se conviertan en un refugio tanto para los alumnos como para el resto del personal universitario. Su objetivo es convertirse en una especie de ‘ventanilla’ para atender todo tipo de cuestiones relacionadas con la salud mental, la diversidad cognitiva o cualquier otro tipo de situación de vulnerabilidad que pueda darse en los centros”, afirma Laia Arnal, directora general de Transferència i Societat del Coneixement de la conselleria de Recerca i Universitats, en declaraciones a este diario.
En este sentido, Arnal define los refugios azules como un “espacio de rescate” al que las personas del entorno universitario pueden acudir en situaciones de malestar, discriminación o estrés de todo tipo: “Se trata de unos espacios con dimensión física a la vez que simbólica. Unos entornos de seguridad en los que las personas que lo necesiten puedan ir a refugiarse, descomprimirse y recuperarse ante ciertas situaciones de malestar”.
El 42% de los estudiantes universitarios catalanes muestra síntomas de ansiedad, el 46% de depresión y un 5,1% manifiesta conductas suicidas
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Según una reciente encuesta realizada por la Conselleria de Recerca i Universitats, el 42% de los estudiantes universitarios catalanes muestra síntomas de ansiedad, el 46% de depresión y un 5,1% manifiesta conductas suicidas. En esta misma línea, un estudio de las universidades de Göteborg y Estocolmo también alerta del grave deterioro de la salud mental de las personas que cursan un doctorado, entre las que destacan hasta un aumento en las tasas de ansiedad y depresión así como el consumo de fármacos psiquiátricos. Las asociaciones en pro de la salud mental llevan años reclamando medidas específicas para hacer frente a esta crisis en el entorno universitario.
Cómo serán estos refugios azules
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En el documento aprobado este lunes, todas las universidades se comprometen a desplegar un conjunto de medidas para “garantizar la inclusión y el respeto a la diversidad” en el conjunto de los centros educativos. Y esto incluye, entre otros, la creación de estos espacios azules así como otras medidas para garantizar la igualdad de oportunidades, eliminar las barreras existintes y promover la justicia social en estas instituciones. Aunque el compromiso con la causa es unánime, el despliegue de todas estas medidas sobre el terreno dependerá de cada institución ya, ante todo, los centros se rigen por el principio de autonomía universitaria.
El despliegue de esta iniciativa dependerá de cada centro y podrá variar en función de la facultad
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Según ha podido saber este diario, en algunos centros es probable que se habiliten oficinas específicas que sirvan de “refugio azul” a tiempo completo mientras que en otros lo más probable es que se designen ciertas franjas horarias en otras instalaciones para realizar esta función.
También es posible que algunas universidades habiliten una red de refugios azules en cada facultad, sobre todo en aquellas donde se detecte una alta carga de malestar, y otras que hagan un despliegue más moderado. En todos los casos, eso sí, está previsto que estos espacios cuenten con personal cualificado como, por ejemplo, psicólogos, asistentes sociales, voluntarios o personal administrativo formado tanto en cuestiones de salud mental como en temas de diversidad.
El calendario de aplicación de esta medida se pondrá en marcha este mismo curso, por lo que es probable que haya algunas universidades que inauguren sus espacios azules de forma casi inmediata y otras que empiecen primero con pruebas piloto y dejen para más adelante la creación definitiva de estos refugios.
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El despliegue de esta red y el estudio de su funcionamiento será evaluado trimestralmente por el Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC), entidad que reúne a representantes de todos los centros catalanes y que, a partir de ahora, también aprovechará sus reuniones para hacer seguimiento de las medidas aprobadas en el nuevo Pla d’Inclusió i Diversitat.
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